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La Flor de Pascua: origen, colores y cuidados

Flor de Pascua

La flor de Pascua, conocida científicamente como Euphorbia pulcherrima, es una planta originaria de México que se ha convertido en un símbolo emblemático de la temporada navideña. Su atractiva belleza y tonos vibrantes la convierten en una opción popular para decorar hogares y espacios festivos durante las celebraciones de fin de año. En este artículo, exploraremos el fascinante origen de la Flor de Pascua, los variados colores que ofrece y los cuidados necesarios para mantener su esplendor durante toda la temporada.

Origen de la Flor de Pascua

La historia de la Flor de Pascua se remonta a la época de los aztecas en México, donde la planta era conocida como “Cuetlaxóchitl”. Los aztecas la consideraban un símbolo de pureza y utilizaban sus brillantes hojas rojas en ceremonias religiosas. 

Durante la época colonial, los misioneros españoles adoptaron la planta como parte de las celebraciones navideñas debido a su floración invernal, asociándola con la llegada de la Navidad.

Con el tiempo, la flor de Pascua viajó a otras partes del mundo y se convirtió en un elemento esencial de la decoración navideña. Su popularidad se debe no solo a su historia fascinante, sino también a la diversidad de colores que ofrece.

Colores de la Flor de Pascua

Aunque la variedad más conocida es la de hojas rojas intensas, la Flor de Pascua se presenta en una amplia gama de colores, como blanco, rosa, crema y naranja. Estos tonos permiten una versatilidad decorativa, ya que se pueden combinar con diferentes esquemas de colores para adaptarse a la estética de cualquier hogar o evento festivo.

Cuidados de la Flor de Pascua

Para garantizar que la Flor de Pascua conserve su esplendor, es crucial proporcionarle los cuidados adecuados. Aquí hay algunos consejos útiles:

  1. Luz: la Flor de Pascua prospera en lugares con luz indirecta brillante. Evita la luz solar directa y asegúrate de colocar la planta en un lugar con luz filtrada.
  2. Riego: aunque es resistente, la Flor de Pascua prefiere un sustrato ligeramente húmedo. Riega cuando la capa superior del sustrato esté seca al tacto, pero evita que la planta se asiente en agua estancada.
  3. Temperatura: mantén la planta en un entorno cálido y evita las corrientes de aire frío. La Flor de Pascua se desarrolla mejor en temperaturas entre 18 y 24 grados.
  4. Fertilización: aliméntala con un fertilizante equilibrado cada dos semanas durante la temporada de crecimiento (primavera y verano) para promover una floración saludable.

En conclusión, la Flor de Pascua no solo es una adición colorida y festiva a la decoración navideña, sino que también lleva consigo una rica historia cultural. Con el cuidado adecuado, esta planta puede iluminar tu hogar con su belleza vibrante, brindando un toque especial a las celebraciones de la temporada. ¡Descubre la magia de la Flor de Pascua y disfruta de su encanto durante todo el año!