Las flores tienen un papel esencial en nuestra vida, ya sea para decorar espacios, celebrar momentos especiales o simplemente para alegrarnos el día. Las flores son mucho más que un simple elemento decorativo, son un reflejo de la naturaleza que va cambiando cada mes y temporada, ya que no todas las flores florecen en cualquier época del año. Conocer qué flores están en su mejor momento según la temporada te ayudará a elegir las opciones más frescas y duraderas.
Para comenzar, hablaremos de las flores de invierno. El invierno puede parecer una época menos colorida, pero la naturaleza nunca deja de sorprender. En invierno encontramos flores que son resistentes al frío y además llenan de color esos días más grises. En primer lugar, la flor de pascua (Poinsettias); la flor por excelencia de la navidad, no solo por su intenso color rojo, sino también porque es resistente y ofrece un toque festivo a cualquier espacio. Estas flores necesitan una luz indirecta y un riego moderado. Por otro lado encontramos las Camelias, flores que parecen pequeñas obras de arte con sus pétalos suaves. Son flores que florecen en pleno invierno y ofrecen colores que van desde el blanco, hasta el rosa o el rojo intenso.
La primavera es la estación del renacer, es la época del año donde los jardines se llenan de color y de fragancias gracias a la presencia de las flores. Es el momento perfecto para disfrutar de los colores vibrantes y llenos de vida. En este momento destacan flores como los tulipanes, los cuales simbolizan alegría y renacimiento. Esta flor destaca por la vivacidad de sus colores y su forma elegante, haciendo que sea una de las flores más populares de la primavera. Por otro lado también encontramos las peonías, las cuales destacan por su aspecto llamativo y colorido. Son flores de gran tamaño con pétalos suaves y un aroma delicado. Se suelen utilizar mucho para bodas y arreglos florales ya que transmiten elegancia. En esta época también podemos encontrar flores como los narcisos o las margaritas, flores que te harán llenar todo el ambiente de color y frescura.
El verano es símbolo de sol, alegría, felicidad y vitalidad. Las flores que mejor se adaptan a esta temporada son aquellas resistentes al calor y con colores vibrantes. Por un lado encontramos a los girasoles, la flor por excelencia del verano. Su gran tamaño y su intenso color amarillo aportan vitalidad a cualquier espacio. La lavanda es otra de esas flores perfectas para el verano ya que resiste perfectamente el calor y desprenden un aroma relajante. Además, su color lila es un imán para abejas y mariposas pero, a pesar de esto, también es muy útil para tener en casa, ya que su fragancia ayuda a mantener alejados a los mosquitos.
Por último, hablaremos de la penúltima época del año, el otoño; una estación de transición en la que los tonos cálidos y terrosos se apoderan del paisaje. Aunque es una época donde muchas flores comienzan a despedirse, hay algunas que florecen con fuerza y mantienen la belleza durante esta época del año. Algunos ejemplos de flores más comunes de otoño son: las dalias, consideradas joyas del otoño. Este nombre se les atribuye por su espectacular variedad de formas y colores. Florecen hasta la primera helada del invierno y aportan un toque elegante a cualquier estancia. Por otro lado, las rosas son una flor clásica de todo el año, pero en otoño adquieren tonos más intensos y profundos. Además, al no hacer tanto calor sus flores duran más tiempo y su aroma se vuelve más fuerte.
Cada estación del año nos regala una variedad de flores diferentes, adaptadas a las condiciones climáticas y con colores y aromas especiales. Conocer cuál es la mejor época para cada flor es importante para saber qué temporada te ayudará a aprovechar al máximo su frescura y belleza, por eso, sin importar la época, siempre habrá una flor perfecta para cada ocasión.
