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Diferencias entre las flores preservadas y secas

Diferencias entre las flores preservadas y secas

Las flores secas y las flores preservadas son dos clases de flores que han pasado por dos procesos diferentes para conseguir que duren mucho más tiempo que las naturales. Eso sí, aunque son distintas, lo que sí se hace con ellas es combinarlas en muchos arreglos florales. En las siguientes líneas te invitamos a conocer las diferencias entre las flores preservadas y secas.

¿Cuáles son las diferencias entre las flores preservadas y secas?

Las flores secas son flores naturales que han pasado por un proceso de deshidratación. Existen diferentes formas de conseguir que se sequen, como colocarlas en horizontal o boca abajo al aire o por medio de un prensado, por ejemplo. Una vez que están secas, se les puede someter a diferentes procesos con el fin de que recuperen casi su aspecto natural.

Una de las ventajas que presentan estas flores es que duran bastante tiempo. De hecho, con unos cuidados esenciales pueden durar hasta años. Es suficiente con mantenerlas alejadas de la humedad y de la acción directa del sol y retirar el polvo sin dañar las flores.

Además, como una vez que se han secado se les somete a un proceso de coloración se pueden conseguir resultados bastante atractivos, siempre que se combinen de manera adecuada los colores. Es cierto que se trata de flores más caras que las naturales, pero también duran mucho más tiempo. Debes tener en cuenta que no todas las flores se pueden encontrar como secas, por lo que las opciones son inferiores.

Las flores preservadas son sometidas a un proceso de secado, pero mucho más elaborado. El resultado que se obtiene es diferente al conseguido con las flores secas, ya que el aspecto que tienen las preservadas es totalmente natural, da la impresión de que las acabas de cortar.

El proceso para conseguir unas flores preservadas consiste en cortarlas cuando están en su mejor momento. Después, en lugar de dejar que se sequen, se las rehidrata por medio de introducirlas en un líquido compuesto por glicerina y otros elementos naturales. Esta sustancia sube lentamente a través del tronco hasta que finalmente sustituye a toda la savia. En unos días se ha terminado este proceso y ya se pueden comercializar las flores.

Se logra una flor con una gran flexibilidad y con un aspecto que es idéntico al de una flor natural. El producto que se ha utilizado para preservar las flores puede durar años y así se puede disfrutar de una composición floral mucho tiempo.

Las flores preservadas son una mejor opción que las secas para realizar composiciones y arreglos florales, tanto por su aspecto como por su duración. Es cierto que tienen un precio superior que las naturales y las secas, pero merece la pena gracias a su larga duración.

Por supuesto, las flores secas también son muy buena elección y al igual que las preservadas se pueden usar para realizar diferentes composiciones. Se puedes emplear tanto en los hogares como en establecimientos públicos.

En Bruflor somos expertos en flores preservadas y secas, pídenos información y resolveremos todas tus dudas.