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Tipos de clientes difíciles y cómo ganárselos

Cualquiera que tenga un negocio se enfrentará a la disconformidad de alguno de sus clientes.

En algunas ocasiones tienen razón y en otras no. Tal vez, toda su frustración se deba al desconocimiento o a una manipulación incorrecta. A continuación, te mostramos diferentes tipos de clientes difíciles y cómo ganártelos.

Diferentes tipos de clientes difíciles y cómo ganárselos

Ahora veremos cuáles son los tipos de clientes difíciles y cómo ganárselos. Dependiendo del tipo de persona y de lo difícil que sea complacer sus exigencias has de tratarlo de una u otra manera. Por supuesto, en todos los casos se hará siempre desde el máximo respeto.

Tratar con clientes tranquilos

Los clientes tranquilos son aquellos con los que es fácil dialogar y llegar a un acuerdo. En este caso hay que escuchar con atención y respeto sus exigencias. Si tienen razón, se les aportará la solución que corresponda.

Si no tienen razón, pero se puede ceder a su exigencia, es mejor hacerlo. La satisfacción de un cliente es una buena publicidad. Si no se puede ceder a sus exigencias, se le explicará con claridad el por qué no es posible.

Tratar con clientes nerviosos

Cuando se presente ante ti un cliente nervioso trata de tranquilizarlo. Escúchale con atención, sin interrumpirle. Una vez haya terminado muéstrate comprensivo. Utiliza palabras como “entiendo lo que me dice” o “vamos a tratar de solucionar su problema”.

Haz realmente lo que sea posible por complacerlo. Si no se puede ceder a su exigencia, trata de buscar algún tipo de compensación que pueda satisfacerlo. Tal vez puedas llegar a un acuerdo que no suponga una gran pérdida para ti.

Tratar con clientes agresivos

Sin duda, este es el tipo de cliente más difícil de tratar. Este tipo de personas tienden a alborotar y a faltar el respeto. Has de tener mucho cuidado, nunca sabes hasta dónde pueden llegar. En ningún caso levantes la voz ni te pongas a su altura. Déjale que diga lo que desee, no te muestres ofendido.

Cuando llegue el momento de contestar recuerda que una respuesta calmada puede tranquilizarle. No te sientas ofendido, no es algo personal. Intenta solucionar su problema sin prestar atención a su tono de voz o sus palabras. Si no es posible llegar a un acuerdo, recurre a la legalidad y explícale que lo mejor será rellenar una hoja de reclamaciones.

No te desanimes. Si te sientes ofendido piensa que otras personas pueden estar presenciando la escena. Siempre quedará mejor aquel que dialogue con calma. Ahora que conoces los tipos de clientes difíciles y cómo ganárselos, pon en práctica lo aprendido.

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